El concurso “Una fiesta de color: Flores que tiñen mi entorno”, de la Fundación Colorearte, reunió a más de 550 docentes de todo el país.
El primer año básico, liderado por la profesora Roxana Chura Untoja, fue uno de los tres ganadores del concurso “Una fiesta de color: Flores que tiñen mi entorno” en la categoría de primero a cuarto año básico, organizado por la Fundación Colorearte que tiene como objetivo que los estudiantes, según su nivel escolar, conozcan sobre las flores nativas de su región o localidad.
Más de 550 docentes aceptaron crear un proyecto y fueron parte de esta convocatoria, donde participó la profesora Roxana junto a su curso, creando la obra “Raíces de la infancia, flores en el desierto”, actividad que llevó un trabajo de 4 meses involucrando a familias y toda la comunidad educativa de la Escuela República de Francia, dependiente del Servicio Local de Educación Pública Chinchorro.
“El mensaje que quisieron entregar las estudiantes es sobre cómo la infancia, desde temprana edad, se compromete a llenar de colores del desierto. ¿Dónde se comprometen ella? En las Presencias Tutelares, frente a los primeros habitantes de la zona”, explica Roxana al consultarle por el significado de la fotografía.
Para comenzar a trabajar esta obra artística, las estudiantes investigaron sobre la flora nativa de la región y se dieron cuenta, por ejemplo, que el color predominante era el amarillo. Además, comenzaron a pensar en dónde harían el montaje final, puesto que las bases del concurso sólo solicitan el envío de una fotografía que plasme el concepto.
Fue así como aprendieron a teñir telas junto a su profesora y familias. Al comienzo, fue ensayo y error hasta encontrar la técnica adecuada. Con ello, formaron a obra “Raíces de la infancia, flores del desierto”, donde las estudiantes se sientan en semi círculo entre las presencias tutelares, ofreciendo la flora nativa a sus ancestros. En su espalda cargan aguayos teñidos de rosado con sus juegues, gesto que representa a las mujeres aymaras cargando a sus hijos en la espalda.
Cuando llegaron los resultados, la profesora Roxana no lo podía creer. “Me llegó un correo a las 8 de la mañana. Al principio no lo entendí y después leí bien el correo, donde comprendí que fuimos seleccionado entre uno de los tres proyectos ganadores de la categoría y a las primeras que les conté fue a las estudiantes. Ellas me dijeron “¿tía, vamos a salir ahí, en la página? (haciendo mención del sitio web de la fundación) y les respondí sí, porque dentro de la investigación del proyecto nosotras revisamos convocatorias anteriores”.
El proyecto culminó con la premiación de la docente en la ciudad de Santiago, donde representó a cada estudiante que trabajó en este proyecto. “Fue un trabajo colaborativo, donde las niñas pudieron darse cuenta de que puedan atreverse a dar su opinión y crear lo que ellas quieren. La familia, mis colegas y el equipo directivo fueron fundamental, todos nos apoyaron en cada paso que dimos. Desde temprana edad ellas pudieron conocer sobre la flora nativa de su región y de la importancia de cuidarla”, comenta Roxana.
Fomento del deporte, las ciencias y las artes
La gestión actual del Servicio Local de Educación Pública Chinchorro (SLEPCH) está promoviendo el deporte, las ciencias y las artes como parte del desarrollo integral de las comunidades educativas.
“La educación de calidad no es sólo la entrega de herramientas, también debe incluir actividades que permitan el desarrollo de diferentes habilidades en los estudiantes. El caso de la Escuela República de Francia nos gratifica porque es lo que estamos aspirando a lograr en cada uno de los establecimientos que dependen del SLEPCH, que existan instancias donde participen las familias porque la educación pública se construye en comunidad”, indica Hary Donoso López, Director Ejecutivo del SLEPCH.
En el Plan Anual Local 2025 del Servicio Local viene incluido el fortalecimiento de las actividades extraescolares, dando más espacio a la creatividad e innovación, en conjunto con la tecnología aplicada.